La oclusión es la relación funcional entre los componentes del sistema masticatorio, es decir, entre los huesos maxilares (maxilar superior y mandíbula) y los dientes, influyendo también las encías, el sistema neuromuscular, las articulaciones temporomandibulares y el esqueleto craneofacial. Cuando esto no encaja, se le nombra maloclusión.
Es un problema odontológico común, de hecho, Europa Press afirmaba que aproximadamente un 80% de la población sufre mal oclusión dental. Esto no solo puede afectar estéticamente, sino que puede llegar a crear problemas estomacales, ya que esta es la máxima encargada de la masticación, es decir, de mantener todas las partes del aparato estomatognático en perfecto estado de salud.
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