Los pacientes con Asperger, a priori, no presentan una mayor predisposición a sufrir patologías bucodentales. Sin embargo, la situación de cada uno de ellos depende, en gran medida, de la higiene bucodental diaria, la dieta y las revisiones periódicas con el dentista.
Caries, gingivitis y periodontitis
Por una parte, la caries y las enfermedades que afectan a las encías, gingivitis y periodontitis, pueden aparecer debido a que, en muchos casos, la higiene diaria es problemática. Asimismo, algunos de estos y estas pacientes no acuden a revisiones frecuentes con el dentista y en los casos en los que existe medicación esta puede afectar a la producción de la saliva.
Maloclusión
Algunos y algunas pacientes pueden sufrir problemas relacionados con la masticación. Esta situación, a su vez, puede provocar alteraciones de la mordida. En estos casos, por lo tanto, la maloclusión y la mordida defectuosa deberían ser tratadas para mejorar su calidad de vida.
Traumatismos dentales
Otro de los motivos recurrentes de las consultas con el dentista son los traumatismos dentales, sobre todo entre aquellos y aquellas pacientes cuyo Síndrome de Asperger está asociado al TDAH. Si se produce la fractura de una pieza dental debido a una caída o un golpe, se debe visitar urgentemente al dentista. En muchos casos, los dientes pueden ser rehabilitados.
Bruxismo, erosión dental y dolor de la mandíbula
La ansiedad y el estrés pueden originar el apretamiento y/o el rechinamiento involuntario de los dientes. Esta patología, a medio y largo plazo, puede provocar erosión, desgaste e incluso fractura de los dientes. Además, el bruxismo puede provocar dolor y molestias recurrentes en la zona de la mandíbula.